Lo siento, pero Ethan Hawke está envejeciendo igual que Imanol Arias. En “Before Sunset” Jesse y Celine, los personajes que interpretan Hawke y Julie Delpy, coinciden en París nueve años después de su encuentro en Viena. Durante su conversación, Celine, más guapa que nunca, pregunta a Jesse:
—¿He cambiado mucho?
—Estás igual —responde él—. Quizá un poco más delgada. Y yo, ¿he cambiado mucho?
SÍ, PARECES UN PUTO CONSERJE.
Lo siento, pero Ethan Hawke cada día se parece más a Imanol Arias. Hace unos años era un joven corpulento y sonrosado. Sin embargo ahora su cuerpo es enjuto, su piel es cetrina y sus rasgos infantiles han sido succionados por su cráneo. Antes, cuando arqueaba las cejas de esa forma tan particular teníamos ganas de besarle. Ahora parece que nos esté pidiendo la propina.
La película, sí. La película tiene una gran virtud: dura ochenta minutos. Transcurre en tiempo real. Los dos protagonistas se reencuentran en una librería y deciden que les queda tiempo para dar un paseo por la ciudad antes de que Jesse coja un avión. Su conversación es bastante insípida y la cursilería de las situaciones es insuperable: él es un escritor de éxito y ella es una ecologista militante. Él tiene un niño que se llama Hank. Ella tiene un gato que se llama Che. Él es infeliz en su matrimonio. Ella vive con un corresponsal de guerra que siempre está ausente. Él cuenta en su novela lo que sucedió en Viena. Ella escribe canciones. Él le ruega una canción. Ella canta un vals inspirado en… lo que sucedió en Viena. La sublimación del romance mediante el tópico. Pero hay algo más al margen de las obviedades, hay algo más… Ella es tan guapa.
Y la nostalgia
martes, noviembre 30, 2004
domingo, noviembre 28, 2004
Resumen
Khan es el último hombre sobre la Tierra. Hace treinta años Bruce Banner logra sintetizar un virus que le permite tomar control sobre su alter ego, pero se equivoca al calcular los efectos en los seres humanos. La humanidad resulta aniquilada al cabo de pocas semanas. Reed y Susan Richards logran escapar del desastre en un vehículo que ponen en órbita alrededor de la Tierra. Banner ha adquirido el control sobre Hulk pero los acontecimientos le desbordan y se obsesiona con la idea de repoblar la Tierra. Se hace llamar Khan. Richards le presta ayuda desde su satélite. Al cabo de varios meses, una vez construído el primer prototipo de M.A.T.R.I.Z., un vientre sintético que permite clonar seres humanos, Khan se traslada a Hollywood para recoger material genético de los cadáveres de sus actrices favoritas. Durante los años siguientes Khan cría a Marilyn, Rita, Nicole y Britney. Britney es la primera en alcanzar la pubertad y muere cuando Khan intenta mantener relaciones sexuales con ella. Reed Richards sugiere que se insemine artificialmente a las otras chicas, pero Khan no consigue dominar su lujuria y ninguna sobrevive al intercambio sexual. Entretanto, en el satélite de los Richards, Reed y Susan se odian. Una noche Reed estrangula a Susan mientras duerme y llama a Khan por teléfono.
ESTO SE HA IDO A LA MIERDA.
LO SIENTO, REED
ESTO SE HA IDO A LA MIERDA.
LO SIENTO, REED
miércoles, noviembre 17, 2004
Imagine there's no... music
No soporto la música. Ni el rock. Ni el jazz. Ni Vivaldi. Para mí no es más que un sofisticado mecanismo de hipnosis. Una pauta que se repite hasta que logra introducirse en nuestro cerebro y que va generalmente acompañada de un mantra estúpido.
“Imagine all the people
Living life in peace…”.
La experiencia demuestra que la repetición ablanda las neuronas. Suena la música y nuestras resistencias psicológicas se resquebrajan. Como las técnicas de aprendizaje del Tercer Reich. Suena la música y nuestros diques mentales se desbordan. Como las oraciones de una secta. Suena (otra vez) la música y las barreras de nuestro cerebro se desintegran.
Todos hemos tarareado “Imagine”, por los clavos de Cristo.
La música apela a mecanismos primitivos. Si usted le pone una sinfonía de Beethoven a su perro el animal le prestará atención pero no sucederá lo mismo si le da a leer un volumen de Proust. Al margen de los atavismos la música es repetición y mala literatura. Bisbal no dice muchas más gilipolleces que Lou Reed y las combinaciones melódicas que utilizan ambos son de una complejidad similar. Al margen de los atavismos la música es como el sexo al margen del deseo.
Y ahora no me vengan con mamarrachadas, que ya he visto “Footloose”
“Imagine all the people
Living life in peace…”.
La experiencia demuestra que la repetición ablanda las neuronas. Suena la música y nuestras resistencias psicológicas se resquebrajan. Como las técnicas de aprendizaje del Tercer Reich. Suena la música y nuestros diques mentales se desbordan. Como las oraciones de una secta. Suena (otra vez) la música y las barreras de nuestro cerebro se desintegran.
Todos hemos tarareado “Imagine”, por los clavos de Cristo.
La música apela a mecanismos primitivos. Si usted le pone una sinfonía de Beethoven a su perro el animal le prestará atención pero no sucederá lo mismo si le da a leer un volumen de Proust. Al margen de los atavismos la música es repetición y mala literatura. Bisbal no dice muchas más gilipolleces que Lou Reed y las combinaciones melódicas que utilizan ambos son de una complejidad similar. Al margen de los atavismos la música es como el sexo al margen del deseo.
Y ahora no me vengan con mamarrachadas, que ya he visto “Footloose”
lunes, noviembre 15, 2004
Llámalo feedback
Sí, estoy hablando de USTEDES. Nosotros lo llamamos feedback, sabe Dios por qué, es una moda. Podríamos llamarlo, simplemente, comunicación, pero estaríamos igualmente equivocados. El caso es que Nacho inauguró su weblog hace un par de semanas y en principio era bastante reacio a ofrecer a los lectores la posibilidad de publicar comentarios. Sí, mediante uno de esos códigos que dan acceso a una ventanita en la que los lectores pueden decir lo que se les antoja. Normalmente gilipolleces. El caso es que Nacho (repito) no ha tardado ni dos semanas en claudicar. Se ha rendido al FEEDBACK. Podríamos llamarlo, simplemente, simbiosis, pero estaríamos igualmente equivocados. Porque en los weblogs no existe el feedback ni la comunicación ni la simbiosis. Todos estos términos sugieren un intercambio pero un weblog es un acto de narcisismo. La opinión del lector es irrelevante, el lector no tiene nada que ofrecer. El lector es un parásito. Así que por mí pueden seguir ahí, chupándome la sangre. Parasitando. No importa lo que digan, no se esfuercen, es inútil. Nadie presume de tener piojos, aunque hayan ido a la universidad
viernes, noviembre 12, 2004
Más allá del cristianismo
Dios. Esto va a ser horrible.
Hay una canción que canta Julio Iglesias que no sé por qué me ha venido a la cabeza:
“Lo mejor de tu vida
Me lo he llevado yo
Lo mejor de tu vida
Lo he disfrutado yo
Tu experiencia primera
Despertar de tu carne
Tu inocencia salvaje
Me la he bebido yo
Me la he bebido yo”.
A primera vista, no sé, el texto parece manifiestar una mezcla de arrepentimiento y gratitud. Podemos imaginar al artista caduco pensando: "Mierda: todo lo que esta moza ha conocido es un ARTISTA CADUCO". Pero no es este mensaje el que se percibe en una segunda lectura. En una segunda lectura nos percatamos de que ésta es una canción de RESENTIMIENTO y VENGANZA. El artista caduco no se arrepiente de nada. El artista caduco, en un lenguaje que ya es de otra época, en un lenguaje CADUCO, se jacta de sus hazañas. El artista caduco no ROBA la inocencia de la chica: se la BEBE. Prácticamente se MEA en ella. Está resentido porque la moza le ha abandonado, así que en un último acto de impotencia le recuerda que hubo un tiempo en el que… ABUSÓ de ella. En realidad la venganza del artista caduco está pobremente diseñada: “Tú me abandonas pero yo soy un cerdo”. Es bastante estúpido e inútil. El hombre intenta aplicar la Ley del Talión pero lo que hace es llevarse una hostia y autoinfligirse otra y, coño, una cosa es poner la otra mejilla pero esto es ir más allá del cristianismo
Hay una canción que canta Julio Iglesias que no sé por qué me ha venido a la cabeza:
“Lo mejor de tu vida
Me lo he llevado yo
Lo mejor de tu vida
Lo he disfrutado yo
Tu experiencia primera
Despertar de tu carne
Tu inocencia salvaje
Me la he bebido yo
Me la he bebido yo”.
A primera vista, no sé, el texto parece manifiestar una mezcla de arrepentimiento y gratitud. Podemos imaginar al artista caduco pensando: "Mierda: todo lo que esta moza ha conocido es un ARTISTA CADUCO". Pero no es este mensaje el que se percibe en una segunda lectura. En una segunda lectura nos percatamos de que ésta es una canción de RESENTIMIENTO y VENGANZA. El artista caduco no se arrepiente de nada. El artista caduco, en un lenguaje que ya es de otra época, en un lenguaje CADUCO, se jacta de sus hazañas. El artista caduco no ROBA la inocencia de la chica: se la BEBE. Prácticamente se MEA en ella. Está resentido porque la moza le ha abandonado, así que en un último acto de impotencia le recuerda que hubo un tiempo en el que… ABUSÓ de ella. En realidad la venganza del artista caduco está pobremente diseñada: “Tú me abandonas pero yo soy un cerdo”. Es bastante estúpido e inútil. El hombre intenta aplicar la Ley del Talión pero lo que hace es llevarse una hostia y autoinfligirse otra y, coño, una cosa es poner la otra mejilla pero esto es ir más allá del cristianismo
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