lunes, julio 16, 2007

Summercase

Paso el fin de semana más caluroso del año encerrado en casa con treinta y nueve de fiebre. Sólo me consuela saber que cincuenta mil gilipollas están siendo asesinados en el Summercase. Y no lo saben. Es como si hubieran sido conducidos a las duchas de Auschwitz y estuvieran más pendientes del alicatado que del Zyklon B.
No hablo yo, amigos, habla la Enfermedad.
No es que de golpe te caigan cincuenta años encima es que en estos días el tiempo pasa tan despacio que TRANSCURREN cincuenta años. Te vuelves huraño, desconfiado, intolerante y empiezas a escribir unos textos afectadísimos. Lo sabes todo. Sabes que al final del túnel hay una luz. Parece la puerta del Cielo pero son las llamas del Infierno. El Infierno Cotidiano. Pero, oh, huele a jazmín y a hierbabuena. Y a PORRO.
Comed fruta.
La salud es lo primero
VALIS

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero qué guapo eres...!!! (Aunque creo que lo que más me gusta de ti es tu cerebro...).

Visto así... No me da pena habérmelo perdido. “Bienvenido a la sociedad trashumante..., nene!”

-"Te he dicho alguna vez que me encanta tu pelo...?" Jaja...!

Anónimo dijo...

juro que pensé que esto era un fotograma de sunshine.

Anónimo dijo...

Es uno de los textos más amargados que puedan exisitir el vivir contidiano de una anciano a punto de tener un cáncer de prostata la cual no puede restiri las tentaciones de la vida cotidiana.
atte kaliria

VCS dijo...

Tú con 39 de fiebre, yo el en summercase...